jueves, 24 de marzo de 2011

...apuy,apuy, apuy...



FUENTE: http://www.gruposolargentino.com/gaucho.html


 
Origen de la palabra

En este arquetipo del pasado argentino y de nuestra nacionalidad, detendremos nuestra mirada para referirnos al origen de la palabra "Gaucho", y su historia.
Desde su aparición en las chacras de Perdriel, que fue su epopeya americana junto a San Martín, acompañando a los caudillos como Güemes, Chacho Peñaloza, Facundo Quiroga, Felipe Varela, Pancho Ramirez, y tantos de no menos gloria, hasta concluir en la conquista del desierto como baqueano y guía de los ejércitos expedicionarios, su figura ecuestre se alza como un símbolo del patriotismo y desinterés puestos al servicio de los nobles causas de la patria, a la que todo le ofrendó y nada le pidió.
Según Agustín de Basualdo, la palabra gaucho provienen de la voz araucana "Gachú" que quiere decir "amigo" tras esa afirmación, agrega que en un diccionario Francés titulado "Diccionario de los diccionarios" se encuentra asentado su significado y etimología que transcripta al español dice: "Gaucho araucano: "Gachú"(camarada o amigo), hombre de origen español que habita las llanuras de la América del Sur, alrededor de Buenos Aires.
 
Bien hasta aquí lo que dice Agustín de Basualdo. Es indudable que el correr de los tiempos dicha palabra como tantas otras, se fue modificando en su pronunciación, en su fonética; llegase a nuestros días tal como se la conoce y pronuncia: GAUCHO.


Gauderios y Camiluchos

Nancy Boca: Yo señalé en el bloque referido al origen del gaucho, que este nombre no fue  precisamente el primero en usarse para denominar a ese mestizo nacido de la cruza entre el blanco (español), y la indígena (la india nativa). Muchos estudiosos sostienen que la palabra "gaucho" no se usaba en esos tiempos, fines del siglo 18.

Lojo Vidal:  - Por ese entonces dos vocablos se usaban para designar a los peones que trabajan en el campo: gauderio y camilucho o camelucho.
Del primero "Gauderio", un estudioso de la época (allá por 1772/74) llamado Calixto Bustamente Carlos Inca, que se escudaba bajo el seudónimo de "Concolorcorvo", en su libro titulado "El lazarillo de ciegos caminantes" editado en España en 1772, daba a entender que "gauderio" era sinónimo de contrabandista, ladrón, poco afecto al trabajo; y agregaba: "......es un mozo nacido en los alrededores de Montevideo, que anda a de a caballo, mal entrazado y peor vestido, que haciéndose de una guitarrita que llama "changango" vagabundea por la campaña oriental entonanando desafiante coplas que generalmente ruedan sobre amores."

Nancy Boca:  - Más adelante agrega Concolorcorvo: "Vaga a su "rosario", y bolas y boleadoras a las que llama "ramales" con las que caza animales y se los come asados".

Lojo Vidal:  - Con referencia a la otra denominación "camilucho"; Bonifacio del Carril en su valioso libro titulado "El Gaucho" señala que en las estancias ".... que se fueron formando poco a poco en la Banda oriental, después de las primeras fundaciones jesuíticas, trabajaban, además de los agregados y arrimados, peones que eran llamados "camiluchos"; y agrega a continuación que dicha denominación fue aplicada a los peones de las estancias de los padres jesuitas como derivado familiar de la palabra "camilo" con la que se designaba en Roma a los servidores de las iglesias.

Relato cuya duración fue de 2 minutos 45 segundos.
Recopilación: José A. Lojo Vidal 
 
                                   

Vestimenta del Gaucho Colonial

Al decir "Gaucho Colonial" estoy significando la palabra Gaucho hasta poco antes de 1815/1816. Vestía este, chaqueta corta que no pasaba de la mitad de la espalda, con cuello, puños y solapas de terciopelo; camisa blanca con cuello largo, corbatín negro chaleco de raso o de tela brillosa con dos o tres botones, muy abierto con solapa por donde se asomaba una especie de "jabot".
El pantalón, ceñido a la pierna, a la que llamaban calzón español, llegaba hasta más debajo de la rodilla, y estaba abotonado al costado cuatro botones y una pasa cordón que se anudaba rematado con 2 borlas de color; desde allí seguía hasta los tobillos una especie de calzoncillo, ensanchándose de arriba hacia abajo y rematado este con flecos y bordados que se llamaban "cribos". A esta prende se le llamo calzoncillo "cribao"; una faja angosta, o fajín ceñido de color oscuro, anudándose al costado izquierdo cayendo sus puntas, sujetaba el pantalón. Este pantalón o "calzón español" comenzó a desaparecer cerca de 1820, siendo reemplazado por el chiripa. Este "gaucho colonial", o primitivo, usaba "botas de potro" a las que le sacaba las puntas, por donde se asomaban los dedos de los pies, es decir las despuntaba. Esto lo hacia así pues hacía heredado de los indios "pampas" su forma de estribar, que consistía en afirmar los dos primeros dedos de cada pie sobre un nudo hecho en cada extremo de un tiento retorcido que cruzaba el lomo del caballo.
A este rústico estribo se le llamó "pampa" y a los nudos de cada extremo "botón pampa".
Su arma era un cuchillo, al que llamaba "alfajor" que calzaba adelante en la cintura. Esta denominación deriva de alfange una especie de sable corto y curvo, con filo solamente por un lado, y por los dos en la punta, también uso un cuchillo largo y recto al que llamaba "faca", de origen andaluz, y del cual derivaría después otro de hoja más ancha llamado "facón".
Completando su vestimenta usó un sombrero cónico, rígido de ala mediana, con barbijo esto consistía en un pequeño lazo o cordel que cayendo desde el costado del ala se unía a la misma altura del otro lado, y servía para sujetar el sombrero a la cabeza. También usaba un poncho o "manteo" que derivaba de manta, que generalmente llevaba doblado sobre el brazo izquierdo o el hombro del mismo lado.


A partir de de 1816/1817


El calzón español que venía usando el gaucho colonial desde antes de 1810 fue desapareciendo paulatinamente desde 1815/1816, aproximadamente, siendo reemplazado por el chiripa a tal punto que ya en 1818 no había ninguno que usase esa primitiva prenda hispana.
El chiripa, que en quichua significa "para frío" es decir para protegerse del frío, lo venían usando los indios desde antes de 1810, e inicialmente y en particular los indios pampas lo usaban "jerga" mientras que los españoles y criollos la denominaban "bayeta", y era de muy baja calidad.
También este chiripa fue usado antes de 1815 por gauchos humildes, gauchos pobres, especialmente para trabajar.
En lo referente a los colores el gaucho sureño los usaba de color beige o bayo como solía llamar al color marrón claro y también al gris; tenía guardas o bandas listadas en los costados de color blanco, marrón oscuro, crema; si eran de color oscura las bandas laterales eran más claras. En todos los casos dichas guardas o bandas listadas eran bien definidas es decir los colores no se esfumaban o fundían entre sí (degrade).
También se usaba el chiripa con una franja o banda de colores por el medio.


Calzoncillo Cribao o Cribado

Consistía en un pantalón de tela común, color blanco, mas bien ancho que a partir de la media pierna llevaba bordados calados (como una especie de puntilla) y flecos largos que llegaban hasta el suelo. A esta parte se la llamaba "cribo".
Los había también sin cribo; en este caso el largo del calzoncillo llegaba hasta la media pierna y se usaban únicamente para trabajar.
 
 
Email: mariaelenacarabajal@gruposolargentino.com.ar
Teléfono:  (0220) 4820467

lunes, 21 de marzo de 2011

Danza...



Definición de Danza

La Danza podría definirse como una serie de movimientos corporales rítmicos que siguen un patrón, acompañados generalmente con música y que sirve como forma de comunicación o expresión. Los seres humanos se expresan a través del movimiento. La danza es la transformación de funciones normales y expresiones comunes en movimientos fuera de lo habitual para propósitos extraordinarios. Incluso una acción tan normal como el caminar se realiza en la danza de una forma establecida, en círculos o en un ritmo concreto y dentro de un contexto especial. La danza puede incluir un vocabulario preestablecido de movimientos, como en el ballet y la danza folclórica europea, o pueden utilizarse gestos simbólicos o mimo, como en las numerosas formas de danza asiática. Personas de diversas culturas bailan de forma distinta por razones variadas y los diferentes tipos de danzas revelan mucho sobre su forma de vivir.

LA DANZA A TRAVÉS DEL TIEMPO

La danza y la cultura humana

La danza puede ser recreativa, ritual o artística y va más allá del propósito funcional de los movimientos utilizados en el trabajo y los deportes para expresar emociones, estados de ánimo o ideas. Puede contar una historia, servir a propósitos religiosos, políticos, económicos o sociales; o puede ser una experiencia agradable y excitante con un valor meramente estético.

La danza y el cuerpo humano

El cuerpo puede realizar acciones como rotar, doblarse, estirarse, saltar y girar. Variando estas acciones físicas y utilizando una dinámica distinta, los seres humanos pueden crear un número ilimitado de movimientos corporales. Dentro del extenso campo de movimientos que el cuerpo puede realizar, cada cultura acentúa algunos caracteres dentro de sus estilos dancísticos.
El potencial normal del movimiento del cuerpo puede ser aumentado en la danza, casi siempre a través de largos periodos de entrenamiento especializado. En el ballet, por ejemplo, el bailarín se ejercita para rotar o girar hacia afuera las piernas a la altura de las caderas, haciendo posible el poder levantar mucho la pierna en un arabesque. En la India, algunos bailarines aprenden a bailar incluso con sus ojos y cejas. También el vestuario puede aumentar las posibilidades físicas: las zapatillas de puntas, zancos y arneses para volar, son algunos de los elementos artificiales utilizados por los bailarines.

La danza y la mente

Además de proporcionar placer físico, la danza tiene efectos psicológicos, ya que a través de ella los sentimientos y las ideas se pueden expresar y comunicar. El compartir el ritmo y los movimientos puede conseguir que un grupo se sienta unido. En algunas sociedades, la danza puede llevar a estados de trance u otro tipo de alteración de la conciencia. Estos estados pueden ser interpretados como muestras de posesiones de espíritus, o buscados como un medio para liberar emociones. El estado de trance permite a veces realizar hazañas de fuerza extraordinaria o de resistencia al peligro, como el bailar sobre brasas. En algunas tribus, los chamanes bailan en estado de trance para poder curar a otros tanto física como emocionalmente. Se ha desarrollado un nuevo tipo de terapia utilizando la danza para ayudar a las personas a expresarse y a relacionarse con los demás.

Tipos de danza

Existen dos tipos principales de danza: danzas de participación, que no necesitan espectadores, y danzas que se representan, que están diseñadas para un público. Las danzas participativas incluyen danzas de trabajo, algunas formas de danzas religiosas y danzas recreativas como las danzas campesinas y los bailes populares y sociales. Para tener la seguridad de que todos en la comunidad participan, estas danzas consisten casi siempre en esquemas de pasos muy repetitivos y fáciles de aprender.
Las danzas que se representan se suelen ejecutar en templos, teatros o antiguamente delante de la corte real; los bailarines, en este caso, son profesionales y su danza puede ser considerada como un arte. Los movimientos tienden a ser relativamente difíciles y requieren un entrenamiento especializado.

Danza y sociedad

Los efectos tanto físicos como psicológicos de la danza le permiten ser útil para muchas funciones. Puede ser una forma de adorar a los dioses, un medio de honrar a nuestros ancestros o un método para crear magia. Se menciona la danza en la Biblia, y hasta la edad media era una parte usual de los homenajes y de las celebraciones religiosas (tradición que se mantiene en algunos lugares de España y América Latina). Aunque la Iglesia cristiana denunció la danza como inmoral, el cristianismo no consiguió suprimir todos los ritos paganos.
La danza puede también formar parte de los ritos de transición que se realizan cuando una persona pasa de un estado a otro. Así, el nacimiento, la iniciación, la graduación, el matrimonio, el acceso a un puesto oficial y la muerte pueden ser enmarcados por la danza. También forma parte a veces del galanteo. En algunas sociedades, los bailes son los únicos eventos a los que acuden y donde se conocen los jóvenes de distinto sexo. En la sociedad contemporánea, los bailes proporcionan a los jóvenes ocasiones importantes para reunirse. También es factible trabajar ayudado por la danza. Los movimientos rítmicos son capaces de lograr que el trabajo sea más rápido y eficiente, como en las danzas japonesas que se realizan en las plantaciones de arroz. En algunas culturas, la danza es una forma de arte, y en el siglo XX algunas danzas que originalmente eran ritos religiosos o entretenimientos de la corte se han adaptado al teatro.

Sistema de Notación en Danza

Se trata del registro escrito de los movimientos de la danza. Aunque algunos eruditos piensan que ya los antiguos egipcios registraban sus danzas por medio de jeroglíficos, la más nítida y antigua notación que ha llegado hasta nuestros días proviene de la Europa del siglo XIX. Uno de estos métodos antiguos, difícil de interpretar, aparece en dos manuscritos catalanes escritos hacia 1468, en los cuales una combinación de rayas verticales y horizontales, además de signos semejantes a los números 9 y 3, representan cinco pasos específicos e indican las direcciones del movimiento. Un método mucho más común de este periodo presupone el conocimiento de un vocabulario de pasos, los cuales están indicados por sus iniciales. De este modo, la secuencia rbssdrb registra los siguientes pasos conocidos: reverencia, branle, simple, simple, doble, riprese, branle. Es posible reconstruir el significado de estos nombres estudiando los escritos de la época.
Durante el reinado de Luis XIV de Francia, cuando por primera vez se empezó a separar el ballet profesional de la danza de la corte, apareció un sistema de notación completamente desarrollado. En 1700 el maestro de danza francés Raoul Auger Feuillet publicó su Choréographie, ou l'art d'écrire la danse. Podemos apreciar en estos primeros dibujos que tanto la relación del bailarín con respecto a su entorno, como el esquema en el suelo están representados en una línea a lo largo de la cual se escriben los pasos y algunos movimientos de brazos.
A medida que la técnica del ballet se fue regulando, los notadores empezaron a utilizar figuras de palillos para mostrar las posiciones del cuerpo y de las piernas. Un importante sistema de transición, que utilizó tanto el sistema Feuillet como las figuras, fue el de E. A. Theleur (1831). El sistema elaborado por el coreógrafo francés Arthur Saint-Léon (1852) utilizaba figuras en forma de palillos que seguían los movimientos de la danza a lo largo de pautas musicales y, además, fue el primer dibujo que mostraba el punto de vista del público, con lo que las direcciones de derecha e izquierda están cambiadas.
Del siglo XIX nos llegan dos importantes sistemas de notación, el del maestro alemán Albert Zorn en 1887 y el del maestro ruso Vladimir Stepanov en 1891. Con el extenso vocabulario de movimientos introducido por el ballet moderno y otros tipos de danza del siglo XX, se han llegado a desarrollar más de 15 sistemas distintos en este siglo. Los tres más conocidos vienen de la mano de la maestra británica Margaret Morris: el de los también británicos Rudolf y Joan Benesh, y el del húngaro Rudolf von Laban. Este último sistema, llamado labanotación e inventado en 1928, consiste en una serie de símbolos abstractos que muestran la dirección, el ritmo y el grado de movimiento de las diversas partes del cuerpo. Junto con las grabaciones, éste es uno de los sistemas de notación de la danza más utilizado actualmente.

La Danza y el Rito

En la danza ritual se halla contenida una gran parte de la tragedia interior humana ante la naturaleza. Es el problema de la fertilidad, de la vejez, de la muerte. Es el miedo ante las manifestaciones terroríficamente grandiosas de la naturaleza o la contemplación de los fenómenos celestes. Pero más aún que esto es su relación con los problemas creados por el propio hombre dentro de sí en sus actividades mentales, como los sueños. Esa lucha que la conciencia de todo individuo sostuvo con el caudal de su inconsciente, esa presencia de arquetipos mentales inútilmente borrados para surgir cuando llega la oportunidad, constituye un problema eterno para el hombre de todas las épocas.  Y la protección de todos esos problemas de dentro afuera y viceversa encontró en la danza ritual una emotiva expresión hasta llegar a fundirlos en la misma ejecución de la danza con la seriedad de uno de los actos más decisivos de la existencia.

Al sumirse los participantes de estas danzas en el éxtasis provocado por ellas, pretendieron influir mágicamente en esos problemas vitales antes aludidos, y así, como ejemplo más sencillo, en lo que respecta a la fertilidad de los campos, al unificarse los danzantes con la naturaleza, creyeron transmitirle su propia actividad orgiástica y excitarla genéticamente; esto en el aspecto más primitivo de la cuestión; otras veces fueron como el mismo fin ejecutadas las danzas ante los dioses de la fertilidad, como un ritual más lleno de conceptos religiosos que mágicos. Pero el transcurso de los milenios, el rito de la danza se hizo menos elemental y se complicó con escenificaciones más abundantes en sortilegios simbólicos, que hicieron imprescindible la intervención de especialistas hechiceros o quedaron reservadas solamente para un reducido grupo de iniciados, celosos guardadores de un oscuro ritual.

Cuando llegamos a la edad media, al encontrarnos con la aberración mental de esas danzas de brujas, comprendemos lo lejos que están las primitivas danzas propiciatorias de los hombres prehistóricos, en los efectos buscados, en los cines, en los medios, y sus ideas fundamentales. También llegaron hasta la edad media las danzas rituales del fuego en los festivales ígnicos europeos, sobre todo los de primavera y otoño, en los que hombres y mujeres danzaban alrededor de las hogueras, saltaban sobre ellas acompañados de cánticos, todo ello con el fin de asegurarse buenas cosechas o librarse de los males. Otras veces la danza pretende asegurar un matrimonio feliz, y, en general, todas esas manifestaciones de las danzas rituales del fuego no son sino una permanencia de las danzas primitivas.

Por otra parte, en casi todas las civilizaciones antiguas, y sobre todo las orientales o las que más directamente se orientalizaron, se desarrolló un tipo de danza ritual mixta, por lo que tenía de sexual y religiosa al mismo tiempo, indisoluble combinación de efecto genésico por un lado y fuerza reproductora de la naturaleza por otro. Estas danzas rituales constituyeron la parte más atractiva de las grandes fiestas de la fertilidad; y en ellas danzaron dioses, hombres y mujeres, sin ese serio ceremonial de las danzas puramente religiosas, pero con un alegre frenesí cuyo motivo religioso dio el fondo necesario para que todo ello no constituyera únicamente un desbordamiento sexual. Quizá podría hallarse en este tipo de danzas el origen de las famosas danzas Dionisíacas de la antigua Grecia.

La participación de lo sexual en la danza ritual fue tan grande, que llegó a infundir temor a los sacerdotes respecto al hecho de que este aspecto llegase a anular el verdadero objeto religioso que ellos deseaban provocar con la danza. Así los colegios romanos de sacerdotes bailarines veneraban a todos los dioses, con la excepción de la diosa Venus, a la que nombraba la diosa peligrosa, y sus danzas en torno a los altares derivaba hacia la exaltación bélica y no sexual. A pesar de las excepciones más o menos significativas el aspecto orgiástico, sexual, ganó y indudablemente terreno al contenido religioso, y en casi todas las danzas rituales de las antiguas culturas, sobre todo al estar encomendadas a las mujeres,  la mímica se sobrepuso a la seriedad y oscura de ingenuo significado.


El Renacimiento en la Danza

Fue la danza desarrollada y ejecutada en Europa en el periodo histórico conocido como renacimiento. En la Italia de finales del siglo XV, un renovado interés por el arte, la arquitectura y la literatura de la Grecia y la Roma antiguas dio pie a un nuevo nacimiento (renacimiento) de la cultura italiana. Esto fue promovido por los poderosos príncipes de los estados del norte de Italia, que además de poseer una amplia cultura, buscaban rodearse de lo mejor, no sólo para resaltar la imagen y el esplendor de su corte, sino porque ellos mismos amaban y practicaban las artes. El príncipe del renacimiento debía ser un soldado valiente y un gobernante firme y justo, y además un gran artista, músico y bailarín. La destreza en el baile le daría gracia, elegancia, dignidad y prestancia.
Por lo tanto, la danza estaba influenciada por la atmósfera del renacimiento italiano. Los maestros de baile seguían la pauta marcada por los artistas al crear danzas en las que los elaborados esquemas espaciales eran su principal característica. Para conseguir esto, el número de bailarines era limitado, y desaparecieron las danzas en filas y círculos tan comunes en la edad media. Las danzas de la Italia del siglo XV eran básicamente dos: la bassa danza, una derivación de una danza cortesana medieval de pareja en compás de 6/8, para dos o tres bailarines, y el ballo, una danza con mezcla de ritmos y que algunas veces incorpora elementos de la mímica. Los cuatro ritmos básicos eran la bassa danza (6/8), el saltarello (3/4), la guadernaria (4/4) y la piva (2/4).
Los esquemas espaciales continuaron dominando la danza italiana durante todo el siglo XVI, como puede verse en los trabajos de Fabritio Caroso (Il ballarino, 1581 y Nobilitá di dame, 1600), quien creó elegantes balli y balletti en los cuales los bailarines describen complejos dibujos. También los encontramos en los del maestro de baile Caesare Negri (Gratie d'amore, 1602), quien trabajó en Milán y mostraba una clara influencia española en sus balli, como por ejemplo en su spagnoleta y en su canario. El vocabulario de pasos aumentó considerablemente en esta época.
Aunque las danzas italianas eran conocidas en Francia e Inglaterra durante la segunda mitad del siglo XVI, las danzas más populares en estos países continuaban siendo procesionales. La velada en la corte empezaba con la majestuosa pavana, una danza que era una demostración de las joyas y riquezas de cada uno de los bailarines. Frecuentemente, a esta danza le seguía la gallarda, una danza en la cual el hombre demostraba sus cualidades técnicas, no sólo a su pareja, sino también a los asistentes, mientras que la dama le imitaba con pasos más sencillos y suaves. Un buen bailarín de gallarda era capaz de improvisar sus propias variaciones, que podían incluir grandes saltos, batidos y giros.
En este tiempo no existía una diferencia real entre la danza social y la teatral. En muchas de las espectaculares mascaradas que tenían lugar en las cortes europeas, se creaban coreografías especiales donde se utilizaban los pasos y ritmos más comunes del salón de baile y donde los bailarines eran las damas y los caballeros de la corte.

El Barroco en la Danza

Corresponde a las danzas que surgieron durante el siglo XVII. El joven rey Luis XIV de Francia sentía una pasión particular por la danza, y en 1653, a los 15 años, bailó el papel del Sol en el Ballet Royal de la Nuit, hazaña que le valió el sobrenombre de Rey Sol. En 1661 fundó la Real Academia de la Danza, bajo la dirección de su propio maestro de baile, Pierre Beauchamp.
Alrededor de 1760, Beauchamp ideó una forma de notación de la danza, pero fue un contemporáneo suyo, Raoul Auger Feuillet quien dio a conocer este sistema al mundo con la publicación de Chorégraphie (1700), que se tradujo íntegra o parcialmente al inglés, alemán, italiano y español. Pronto pudieron los maestros de danza intercambiar sus nuevas coreografías no sólo desde distintas ciudades, sino desde distintos países. Actualmente se conservan unas 400 coreografías notadas.
En esta época, la escena artística en Francia estaba dominada por Jean Baptiste Lully, quien, además de ser un magnífico violinista, era un excelente bailarín. Lully fue maestro de música de la familia real. El rey disfrutaba con la comedia y con ligeros divertimentos, representados en contadas ocasiones en la corte, por nobles que bailaban los papeles principales. Por esta razón, Lully arrendó el Jeu de Paume, donde transfirió todas sus producciones para ofrecerlas al público, con bailarines profesionales en sustitución de los cortesanos. Está considerado como el creador de la ópera francesa.
Durante el reinado de Luis XIV, las danzas que abrían los bailes de la corte eran los branles, que ya no eran simples danzas campesinas y se habían refinado y dignificado. Éstas fueron seguidas por el courante, danzado de forma alternativa por una pareja en orden a su rango social, que a su vez fue sustituido por el minué, que mantuvo la supremacía en el salón de baile durante más de 100 años. Además del minué, las danzas de salón más populares fueron los bourrées, rigodones o gavotas. Aunque todas ellas tuvieron su origen en Francia, pronto se extendieron al resto de las cortes europeas.
En la danza teatral del siglo XVII todavía se usaba el vocabulario de los bailes de salón, y tanto en éste como en el teatro se podía ver la influencia de los italianos en los esquemas espaciales. Pero, a medida que los bailarines profesionales tuvieron más participación en las óperas y en los ballets, este vocabulario se vio ampliado debido a las exigencias técnicas, y constituye la base del ballet clásico actual.

La Danza y el Arte

La danza, como arte natural y primordial por excelencia, tiene un valor universal y simbólico, porque expresa un sentimiento, un estado del alma. Colabora en la expresión de los mitos, transmisores a su vez de la obra mental del pasado, donde se sobrepone al mundo físico ese otro mundo psíquico elaborado por la humanidad siglo tras siglo, como uno interpretación poética de lo misterioso, vital y eterno, que unen al hombre y sus problemas con la naturaleza.

La más primitiva excitación estética, la del ritmo, encontró en la danza su inmediata expresión desde que los hombres prehistóricos prestaron atención a los sonidos repetidos de la naturaleza. Por eso la primera expresión del ritmo fue ejecutada gracias al repetido chocar de los bastones, el batir de palmas o el choque continuado de los pies con el suelo. Más tarde se agregó la cadencia acompasada del cuerpo, los movimientos de brazos y piernas, así como la asociación de la voz. Pero el momento que a todas esas manifestaciones externas se unió la intención interna de un significado pasional además del placer estético, fue cuando la danza empezó a ser la expresión más completa de los sentimientos humanos.

Pero la danza no evolucionó en expresión interna porque le incorporasen a ella diversos instrumentos musicales; en este aspecto fue casi siempre más emotivo y profundo el monocorde acompañamiento de los tambores que la más bella expresión de canto o el conjunto ya evolucionado de varios instrumentos, porque la danza fue siempre expresividad por sí misma, y sólo el sentimiento estético de los ejecutantes, así como su contenido psíquico y pasional en la ejecución, es lo que hizo a ésta subyugante. Es el punto donde la danza y la música se separan para seguir rumbos distintos en su propia evolución a través de los milenios. Pero es el caso que la evolución es una idea más adecuada a la música que a la danza en términos generales, porque la música es una elaboración de lo consciente y la danza es un producto del inconsciente, con todo su valor dominador y primitivo, donde el hombre halla las raíces de su propio pensamiento y el porqué de sus actos más insospechados.

Por eso la danza tiene, además de su valor estético, el de su espontaneidad; y desaparecida ésta por preciosismo o aditamientos artificiosos, tiene precisamente su primigenio valor emotivo y evocador del inconsciente del hombre, donde éste se encuentra a sí mismo. En cambio, la música, insuperable en sus concepciones intelectuales, nos lleva por el camino de lo consciente, de lo artísticamente evolucionando, y puede revelar sentimientos con gran precisión, con mayor exactitud a veces que las palabras; pero hay sentimientos envueltos en el tumulto de nuestras pasiones que sólo la danza es capaz no sólo de expresar, sino de hacer brotar de lo más profundo de nuestro inconsciente olvidado. Mas toda música lleva en su esqueleto una gran parte de danza, y hasta nuestros días, ese contenido bailable lo vemos expresado directamente en los movimientos del director de orquesta, que ponen en su "danza mímica" todo su espíritu. Y es precisamente el ritmo lo que la música debe a su progenitora la danza, la cual parece una madre llena de recursos fecundos, inmutable a través de los siglos, tan segura de su fuerza como la propia naturaleza que la creó para expresión humana de sus fuerzas vitales, porque en la naturaleza todo es ritmo, y ello reside la esencia de la vida. Por eso la danza tiene un valor vital esquemático y funcional, que la hace ser como una proyección humana del movimiento universal del cosmos.

La danza fue desde sus comienzos la ejecución artística para la que el hombre se halló mejor dispuesto. Su aspecto como auxiliar de efectos mágicos o rituales no fue en detrimento de su valor como arte; por el contrario, el pretendido significado místico de muchas danzas sirvió de palanca al desarrollo artístico de su expresividad. Por otra parte, en las danzas pantomímicas que imitaran las actitudes de diversos animales se advierte un oculto contenido de hechizo primitivo, como el de las danzas propiciatorias de la caza, en las que el cazador imita a su presa, en una asociación elemental de ideas de magia imitativa. Es aquí donde el tatuaje y la máscara dieron a las danzas del período más primitivo, aún existentes en muchos pueblos, un auxilio a su significado totemístico.

Pero la danza no dejó nunca de ser arte, imprescindible si ella constituye auténticamente elemento expresivo, de tal forma que si en ocasiones la danza se hizo evolución ñoña e  intrascendente de palaciegos que contaban mentalmente los pasos, dejó de ser danza auténtica para convertirse en un paseo mecanizado sobre las baldosas del salón, sin contenido emotivo o evocador, porque nada pretendía de expresar y sólo constituía el placentero ir y venir de damas y caballeros hacia su encuentro respectivo.


Danzas Eróticas

Entre las pinturas rupestres existe una en la cual los artistas prehistóricos nos legaron lo que ellos vieron en aquellas danzas eróticas, que por cierto supieron plasmar con una gran sencillez, llena de expresividad. La escena representa a nueve mujeres vestidas solamente con una falda que les llegaba desde la cintura a las rodillas; danzan alrededor de una figura representativa de un hombre desnudo, pues sólo lleva unos adornos colgantes que le cuelgan hasta las rodillas. Esas mujeres que danzan alrededor de la figura central parecen hallarse dispuestas por parejas, con un sentido coreográfico dentro de la expresión del rito sexual, que nos muestra un sentido ya artístico de la danza, sujeta a unas normas en los desplazamientos rítmicos e interpretación simbólica de sus escenas dentro del rito. Pues ésta es la mejor explicación que puede atribuirse a dicha danza, y aunque algunos no ven en ella sino el acto de investidura ritual de algún personaje cuyas hazañas le habrían hecho merecedor de tal homenaje, para otros constituye un acto de iniciación, un baile ceremonial realizado para conmemorar la pujanza genética o creadora, la divinidad fecundadora, encarnada por el personaje central de la danza.

Con un significado erótico, sobre todo de fecundidad o de celebración de la llegada a la pubertad, son tan frecuentes este tipo de danzas entre los pueblos primitivos de nuestros tiempos, que no es extraño existieran dichas danzas en los pueblos prehistóricos, como nos muestran las pinturas rupestres.

Danzas Rituales

Las ceremonias propiciatorias destinadas para antes de la caza o de la guerra solían acompañarse de danzas, en las que hechicero realizaba su función disfrazado con la piel del animal que iban a cazar. El hechicero era quien presidía todo el ceremonial de la tribu congregada, y con su bastón de mando dirigía las evoluciones de los danzantes, o señalaba los puntos vulnerables del toro o del bisonte, previamente marcados con una señal mágica en la pintura rupestre.

El esfuerzo colectivo, autosugestivo, de la humanidad primitiva para lograr sus fines guerreros, de caza o de protección ante lo desconocido tuvo en la danza su más eficaz auxiliar; en la misma forma, las danzas en honor de los antepasados constituyen también un medio de comunicación con la vida ultraterrena, así como las danzas rituales del fuelo, en el que abundan todos los pueblos primitivos, dan a la colectividad una exaltación orgíastico-estática que unifica su sentido interpretativo de la fuerza creadora, muy cercano a la idea religiosa. La danza se torna no sólo productora de efectos mágicos, sino de placer psicofísico, muy cercano al placer estético, a la concepción artística, cuando une al ritmo corporal los ruidos acompasados, que con el transcurso de los siglos llegaron a ser música, más o menos rudimentaria, auxiliada del canto. Y con el tiempo llega incluso a desaparecer, en la mente del hombre primitivo, el originario fundamento de ciertas danzas, mas no por eso las deja de realizar. Es el caso, por ejemplo, de los vedas cuando danzan alrededor de una flecha clavada en el suelo, y cuya razón principal, según ellos, sólo obedecía a que dicha ceremonia la ejecutaron así sus antepasados. Por eso es sumamente difícil desentrañar el auténtico significado de danzas muy antiguas, aunque pertenezcan a épocas ya dentro de la historia, respecto a las cuales sólo poseemos imprecisas referencias de los primitivos relatos de los historiadores de la edad antigua, como por ejemplo, los altiquísimos ritos tartesios de las costas del mediodía hispano, que tanta influencia tuvieron en sus vecinos iberos, y tan misteriosas relaciones no sólo con fenicios, cretenses y griegos, sino hasta con pueblos africanos de la costa atlántica, entre cuyas danzas y mitos puede adivinarse un lazo oculto y milenario.

La Danza del Sable

Danza ceremonial masculina con espadas, que tiene cuatro grandes variantes. Las danzas de combate con espadas (por ejemplo, las danzas pírricas de la antigua Grecia) se utilizaban para el entrenamiento militar. En Turquía y en los Balcanes tienen lugar danzas circulares de guerrilla. En Escocia, los Balcanes, la India y otros lugares, uno o más bailarines ejecutan complejos pasos sobre dos espadas cruzadas en el suelo. Las danzas invernales (de empuñadura y punta) que gozaron de popularidad en Europa, aún se cultivan en Inglaterra, el País Vasco (España) y pocos lugares más. Estas danzas se ejecutan en círculo por cuatro o más bailarines, que realizan complicados movimientos entrecruzando los sables y saltando por encima de ellos.

La Danza del Vientre

Danza para solista que proviene del Norte de África, del Oriente Próximo y de las áreas balcánicas con influencia turca. Se caracteriza por movimientos ondulantes del abdomen y de las caderas y por elegantes movimientos de brazos. Ejecutada por bailarines de ambos sexos, tanto aficionados como profesionales, contiene influencias clásicas y populares. Algunos sitúan su origen en las bailarinas profesionales de la cultura islámica medieval y de la España musulmana. Otras hipótesis la relacionan con danzas religiosas prehistóricas que se llevaban a cabo para conseguir un feliz alumbramiento. En la actualidad se practica como mero entretenimiento.
La Danza en España
Los orígenes de la danza española se pierden en la antigüedad. Las primeras manifestaciones se encuentran en los entretenimientos cortesanos de los califas árabes y en las danzas teatrales de la época de los Reyes Católicos (1474-1504). En el siglo XVI se desarrollaron una serie de danzas cortesanas como la zarabanda, la chacona, el pasacalle y la folía, y las danzas litúrgicas (los seises) que todavía se ejecutan en la catedral de Sevilla.
En este siglo empezó a desarrollarse una técnica a partir de los pasos primitivos, poniéndose de puntillas en bailes como la pavana, dando saltos, brincos y giros como en la gallarda, levantando a las bailarinas en el aire como en la españoleta. Todos los avances anunciaban el nacimiento de la técnica española de baile. Los bailes populares ejercieron una gran influencia sobre todas las otras formas, en especial como resultado de su continuo empleo en obras religiosas, en espectáculos campesinos y en las procesiones. Al final del siglo XVI, el resto de Europa conoció estas influencias y a comienzos del siglo XVII las formas españolas de baile empezaron a ponerse de moda entre los maestros europeos de danza y en los bailes aristocráticos de entonces.
En el siglo XVIII el bolero, derivado de las seguidillas, ocupaba la vanguardia de los bailes españoles de sociedad. No era sólo el nombre de un baile, sino también un término aplicado a una forma de enseñanza. Este tipo de danza que alcanza su esplendor en el siglo XIX cautiva a los coreógrafos de la época que utilizan cada vez más este material español. Este auge alcanzó no sólo a artistas españoles, sino a otros de la cultura del ballet europeo como las bailarinas Fanny Elssler, María Taglioni y Carlotta Grisi; aunque la pasión por lo español había empezado antes, con los coreógrafos Charles Didelot, Gasparo Angiolioni, Gaetano Vestris y Salvatore Viganó, siendo el fandango su símbolo internacional, estandarte estético y canon divulgativo.
La danza española moderna consta de cuatro grandes categorías: 1) las danzas regionales, como la jota de Aragón, las sevillanas de Andalucía y el extendido fandango. 2) El flamenco, la danza de los gitanos del sur de España con posibles reminiscencias de bailes de la India. 3) La escuela bolera o danza clásica española que apareció como una estilización para el escenario de danzas regionales individuales. Con una enseñanza transmitida por maestros de baile, la escuela bolera alcanzó su cenit a principios del siglo XIX, y adquirió una técnica específica y una terminología, además de su carácter orgulloso y sensual y el porte característico del torso, los brazos y la cabeza. 4) La danza española neoclásica, el renacimiento de la danza clásica española a finales del siglo XIX.
A principios del siglo XX empieza a resurgir la danza española a través del genio de la bailarina española de origen argentino Antonia Mercé 'La Argentina', quien bebió en las raíces del flamenco, el folclore y la escuela bolera. Ella fue la primera en bailar la música de los grandes compositores españoles como Enrique Granados o Isaac Albéniz. El maestro Joan Magriñá contribuyó a devolver a la danza española todo el prestigio que había tenido años atrás, del mismo modo que la familia Pericet estableció una continuidad en su labor como maestros y coreógrafos. Famosos exponentes de este resurgimiento son la bailarina española de origen argentino La Argentinita (Encarnación López), Teresa Boronat, bailarina de grandes facultades, las bailarinas españolas Pilar López y Mariemma, también coreógrafa y maestra, el bailarín español Vicente Escudero, el coreógrafo y bailarín Antonio Ruiz y el bailarín y coreógrafo estadounidense José Greco.

La Seguidilla

Danza española cantada, de ritmo ternario y movimiento animado, con acompañamiento de castañuelas y guitarras. En compás de m o k, está distribuida en estrofas de cuatro versos alternativos de siete y cinco sílabas con asonancia en los pares, seguidas de estribillos de tres versos de cinco sílabas el primero y tercero y de siete el segundo.
Manuel de Falla consideraba a su variante la seguiriya como el más antiguo de todos los cantes flamencos, enraizándola con el cante litúrgico bizantino. De la seguidilla hay testimonios desde el siglo XVI; como atestigua Cervantes en su Quijote, se bailaba y cantaba en su época. Más tarde, formó parte esencial en los sainetes y tonadillas del siglo XVIII y posteriormente, de las zarzuelas. Sus principales variantes son: manchegas (originarias de La Mancha, con ritmo muy vivo), boleras (señoriales y reposadas), murcianas, sevillanas, gitanas (también llamadas payeras) y seguiriyas (de carácter sentimental y movimiento lento), que contiene un doble ritmo de k y u alternos, componiéndose su coreografía de un preludio instrumental e interludio (llamados falsetas) entre cada estrofa. La jaleada tiene un ritmo combinado de k y de m y está emparentada con la cachucha.
Bizet compuso unas célebres y muy sui generis seguidillas para su ópera Carmen (1875) y Albéniz subtituló Seguidillas a su “Castilla” de la Suite española.

Danza Macabra

El tema alegórico en arte, literatura, teatro y música se caracteriza por la representación del esqueleto humano como símbolo de la muerte. Basado en la creencia popular, fomentada por las plagas y guerras de los siglos XIV y XV, de que la muerte, en forma de esqueleto, surge de las tumbas y tienta a los que tienen vida con el fin de que se unan ella. El tema, extremadamente convincente, se sustenta en la idea de la inevitabilidad de la muerte, así como en su poder igualador frente a todos los hombres, desde el Papa hasta el mendigo, pasando por toda la escala social. Es también una amonestación de la necesidad del arrepentimiento.
El ejemplo más conocido de la danza macabra o danse macabre o también Totentanz es el representado en frescos de iglesias, capillas y cementerios de Francia, Alemania y Suiza, pero el más famoso es el realizado en el año 1424, destruido en la actualidad, que se encontró en la iglesia de los Santos Inocentes de París. En el año 1485 el grabador parisino Huy Marchant publicó unos grabados y unos versos de una danza macabra (1485) que circularon por toda Europa y que ayudaron a consagrar el tema como género; igualmente, forma parte del argumento de la obra de Chaucer Cuentos de Pardoner y de la obra de Lydgate La caída del príncipe (c. 1430). El motivo se proyecta en la obra de August Strindberg, Edgar Allan Poe y Charles Baudelaire. La danza de la muerte fue también pintada en muchos frescos de iglesias e inspiró un famoso grupo de 51 dibujos realizados entre 1523 y 1535 del pintor alemán Hans Holbein el Joven. Los frescos más tempranos sobre el tema de la danza macabra son los de la iglesia de Kermaria en Bretaña, Francia (c. 1540-1560). En Inglaterra, sobreviven ejemplos en el Priorato de Hexham, Northumberland, así como en la parroquia de Newark-on-Trent; en 1549 se perdieron los frescos de la catedral de Saint Paul, en Londres.
La danza macabra también se puede referir a los comentarios versificados de las representaciones escultóricas y pictóricas sobre el tema. En España se conserva una Danza general (siglo XV) de autor anónimo, y parece ser que de origen francés. A través de una forma dialogada la muerte invita a personajes de distinta condición a participar en su danza. Existe también una versión catalana. Más adelante, el tema influyó en la literatura, sobre todo en el teatro, como en la trilogía de Gil Vicente Las barcas, en los autos de Calderón de la Barca y en los Sueños de Quevedo.
En los siglos posteriores la danza de la muerte continuó inspirando a algunos poetas como el alemán Johann Wolfgang von Goethe y el estadounidense de origen inglés Wystan Hugh Auden. La música también ha tratado este tema, como lo ejemplifican la obra Totentanz del compositor húngaro Franz Liszt o el poema sinfónico titulado Danza macabra (1874) del compositor francés Camille Saint-Saëns. En el siglo XX destaca la Danza de los muertos (1938) de Honegger, oratorio para orquesta, tres solos, coros y recitativo.


Danzas Africanas

Danzas indígenas practicadas por los pueblos de los países del continente africano (sub-sahariano) dentro de un determinado contexto social o religioso para el entretenimiento o como forma de arte coreografiado.

Variedades de danza en África

Las variedades de estilos y tradiciones de danza por todo el territorio sub-sahariano de África son tan numerosas como los grupos sociales, tanto urbanos como rurales, de los países del continente. Sin embargo, podemos observar algunos aspectos comunes como el importante papel de la danza como vehículo de expresión o comunicación social o espiritual. En África el bailarín es más que un intérprete; el bailarín es además un maestro, un historiador, un portavoz social, un sacerdote, un médium espiritual, un curandero y un contador de historias.
Las danzas van desde las formas antiguas que se referían, por ejemplo, a la fertilidad, la caza, los ritos de iniciación y el crecimiento y recolección de las cosechas, hasta formas más modernas que han evolucionado en respuesta a las nuevas condiciones, como la danza surafricana gum boot, inventada por los mineros negros que, cuando estaba prohibido tocar música bajo el sistema del apartheid, usaban sus botas de goma como instrumentos mientras danzaban simultáneamente. En la sociedad urbana otros modos artísticos modernos han evolucionado a la par que los nuevos estilos musicales africanos como el hi-life y el jit.
Como parte de un ritual espiritual, la danza puede considerarse como una forma simbólica de comunicación con los poderes naturales o como un movimiento inductor al trance que pone al bailarín en condiciones de acceder directamente al mundo de los espíritus. En determinadas danzas de máscaras, el bailarín asume por un tiempo la identidad de un dios o de un poderoso espíritu ancestral. En muchas sociedades rurales de perfil tradicional, las danzas colectivas señalan rituales de iniciación como la llegada de la edad en la que los jóvenes compiten entre ellos dentro de la danza como parte de su paso a la madurez.
A menudo la danza africana adquiere un fuerte carácter narrativo, que puede haber evolucionado desde la costumbre de los cazadores de contar historias de caza al resto de la comunidad. La danza narrativa puede referirse a mitos de la creación, relatar historias morales o simplemente entretener y divertir. Sin embargo, la danza también se practica como una actividad puramente estética. Muchas universidades africanas han puesto en funcionamiento departamentos de arte que, al mismo tiempo que aseguran el mantenimiento de las formas tradicionales, fomentan el desarrollo de manifestaciones de danza coreografiada que se representan tanto en África como por todo el mundo.

Influencia de los estilos africanos fuera del continente

La danza africana se extendió a América por medio del comercio de esclavos; con frecuencia se vio influida por las danzas de los europeos y otros emigrantes a la región. Tales danzas incluyen cuadrillas y cotillones, que fueron adaptados de danzas europeas de salón. En el Caribe y en Suráfrica, la danza y la música (inseparables en este contexto) eran medios poderosos para el mantenimiento de la identidad cultural de los esclavos africanos. Por esta razón sus propietarios intentaron muchas veces suprimirlos, pero resultó imposible, puesto que cualquier cosa podía utilizarse como instrumento de percusión —hasta sin instrumentos, el ritmo se puede golpear y marcar con las manos y los pies— y el sonido del ritmo conduce irresistiblemente a la danza.
La danza ocupaba un lugar destacado en las celebraciones matrimoniales, los funerales, la navidad y otras festividades. Algunos estilos de danza estaban asociados a prácticas espirituales enraizadas en las religiones africanas como el culto a Shango, dios de la tempestad de los yorubas de Nigeria simbolizado por el hacha y el carnero, el Obeah y el vudú. Lo mismo que en las primitivas danzas africanas, los bailes tenían una función de inducción al trance en determinadas circunstancias; los adoradores llegan a estar poseídos por el espíritu de Shango u otros dioses o antepasados a través del frenesí de la danza. Incluso en las áreas en las que han sido suprimidas estas religiones y los negros se han convertido a las iglesias protestantes, han persistido las mismas danzas de grupo inductoras a la posesión, pero esta vez mediante el Espíritu Santo cristiano. Se las conocía como danzas ring-shout (grito colectivo). El john canoe era una danza procesional que se representaba por navidad con enormes máscaras y a veces sobre zancos y que puede haber tenido sus orígenes en la danza jonkunnu.

Danzas clásicas de la India

Están consideradas como una de las formas de arte más desarrolladas de la cultura india.
La enorme área geográfica del subcontinente indio contiene una gran diversidad de tierras, climas, personas, culturas y lenguas, y esta diversidad se ve reflejada en sus muchos estilos de danza, que van desde lo clásico hasta lo folclórico y lo contemporáneo.
La tradición clásica es una forma de arte antigua y sofisticada que se extiende a lo largo de varios cientos de años. Tiene su origen en los templos y es ejecutada por los devadasis (bailarines del templo). Los estilos clásicos han estado relacionados con la mitología, la filosofía, las creencias espirituales de la cultura hindú y, en tiempos más recientes, con la tradición islámica. La danza clásica tiene sus raíces en el Natyasastra, el texto más antiguo que se conoce sobre dramaturgia, atribuido a Bharata, que en realidad actuó más como buscador y compilador de trabajos muy antiguos, que como el inventor del género dramático. Según las hipótesis más aceptadas, la fecha del Natyasastra se sitúa entre los siglos III o IV d.C.; este tratado sánscrito define el drama como continente de la palabra, el mimo, la danza y la música, y establece los principios que marcarán la técnica y la estética.
Desde el siglo II al VIII d.C. hubo una marcada diversificación. Gradualmente, la danza se fue disociando del drama y nacieron los distintos estilos clásicos, que reflejaban la tradiciones particulares de la región en la cual surgieron. Sin embargo, todos los estilos clásicos comparten los elementos básicos del nritta (danza pura), el nritya (expresión) y el natya (elemento dramático).
Dentro del natya, el abhinaya (expresión del contenido dramático a través de la pantomima y el gesto) adquiere formas diferentes en los distintos estilos, siendo algunos más exagerados que otros. Los temas del abhinaya también varían, pero cada estilo hace hincapié en la enseñanza del navarasa o los nueve estados de ánimo o sentimientos: el amor, el desprecio, el pesar, la ira, el miedo, el valor, el disgusto, la admiración y la paz. Estos estados de ánimo se encuentran clasificados en el Natyasastra y se describen los medios de expresarlos a través de los movimientos de los ojos, las cejas, el cuello, las manos y el cuerpo. También existen dos categorías de movimientos que todos los bailarines deben poder realizar independientemente de su sexo: el tandava es el aspecto masculino y vigoroso de la danza y el lasya representa el lado elegante y femenino. Todos los estilos se ejecutan con los pies descalzos, aunque hay algunos de ellos utilizan los ghungroos (cascabeles en los tobillos) para aumentar el ritmo de sus pasos. Los mudras (gestos con las manos), los estilizados movimientos de la cara y los ojos y los complejos esquemas rítmicos constituyen otras características de esta danza.
Aunque las variantes regionales han desarrollado su propia técnica y presentación distintiva, han continuado con las mismas reglas básicas y normas que aparecen en el Natyasastra. Existen diferencias de estilo que le dan a cada uno su propia cualidad única. Las principales variedades son: Bharatanatyam, desarrollado en los templos de Tamil Nadu, en el sur de la India. Contiene un estimulante flujo de percusión. El espacio y el movimiento se perciben a lo largo de precisas líneas geométricas, acentuados por un frágil trabajo de pies.
Kathak: tiene su origen en los cuentos tradicionales del norte de la India. Más tarde floreció en las cortes hindú y mogol, donde se convirtió en la sutil y sofisticada forma de hoy. El estilo está caracterizado por el complejo trabajo de pies, los giros rápidos y las súbitas posturas.
Odissi: proviene del este de la India. Sus líricas y fluidas líneas están puntuadas por pausas en las cuales los bailarines adoptan poses esculturales, representaciones que todavía se pueden ver en las paredes de algunos templos.
Manipuri: es un estilo elegante y suave que proviene de Manipur, en el noroeste de la India. Los bailarines utilizan pequeños pasos y saltos bajos, y las mujeres llevan rígidas y largas faldas. Las leyendas sobre Krishna conforman los temas desarrollados en las actuaciones.
Kathakali: surgido en Kerala, en el suroeste de la India. Este estilo vigoroso, dramático y exigente tiene mucho que ver con las tradiciones sobre artes marciales. Utiliza una mímica, un maquillaje y un vestuario estilizado para representar a los personajes de los mitos y leyendas.
Mohini Attam: también proviene de Kerala. Es una danza bailada por mujeres vestidas de blanco y oro. Tiene el sabor del bharatanatyam y del kathakali con dosis de danzas folclóricas locales, en particular el kaikottikali.
Kuchipudi: recibe su nombre del pueblo de Kuchipudi, en el estado meridional de Andhra Pradesh. Comparte muchos elementos comunes con el bharatanatyam y es vibrante e intenso. Está compuesto por bailes individuales y danzas dramáticas muy evolucionadas.
Las formas clásicas tienen muchos nexos de unión con la danza folclórica. En todo el subcontinente indio existe una inmensa variedad de bailes folclóricos: danzas sociales para celebrar fiestas y otras ocasiones especiales como matrimonios, danzas maritales, danzas para mujeres y danzas para hombres. Los bailarines suelen cantar mientras bailan, y el acompañamiento de tambores es indispensable. Quizás las danzas folklóricas más conocidas sean las enérgicas y vigorosas bhangra del Punjab, y el garba y el dandia ras (danza de los pasos) de Gujarat.
A lo largo de los siglos, las danzas de la India han estado sometidas a distintas influencias que han ejercido un gran impacto en su desarrollo. Desde el siglo XII al XVIII d.C., el imperio Mogol floreció y más tarde decayó en las regiones del norte. Bajo el patronazgo de los emperadores, las artes, especialmente la música y la pintura, fueron alentadas en las cortes. El kathak evolucionó de la tradición de cuenta cuentos a la forma sutil y compleja de hoy. Con la llegada del Imperio Británico, la danza, entre otras artes, sufrió un eclipse temporal, especialmente en las ciudades y pueblos donde se había establecido el protectorado inglés. Debido a la imposición de la escolarización inglesa y de los valores victorianos, la danza dejó de fomentarse, especialmente entre la clase media. Gradualmente cayó en desgracia y los devadasis fueron expulsados de los templos. Sin embargo, en la primera mitad del siglo XX, personalidades como Rabindranath Tagore, Rukmini Arundale y Uday Shankar lucharon incansablemente para revivir la rica herencia de la danza clásica india. Estas personas realizaron un gran esfuerzo para proporcionar mayor relieve a la danza y pusieron las bases para el espectacular renacimiento de esta forma de arte una vez que la India recuperó su independencia en 1947. A partir de entonces han surgido un número cada vez mayor de bailarines, maestros, alumnos y compañías de danza india, al igual que escuelas en la India, Gran Bretaña, Norteamérica y Australia.
Así como se ha continuado con las tradiciones folclóricas y la danza clásica, en los últimos cincuenta años se ha desarrollado la danza contemporánea y cinematográfica. Esta última se ha convertido en una forma popular de arte y coreógrafos como Mrinalini Sarabhai, Manjusri Chaki-Sircar, Chandralekha y Kumudini Lakhia han desarrollado un nuevo lenguaje, creando obras modernas basadas en la tradición clásica y, algunas veces, en temas de actualidad.
En Gran Bretaña existe una larga tradición de danza india. Uday Shankar trabajó con Anna Pavlova en la década de 1920. Las giras de Ram Gopal en la década de 1950 continuaron con las realizadas por compañías británicas a partir de 1970. Shobana Jeyasingh ha abierto un nuevo campo al trabajar con compositores y coreógrafos occidentales como Michael Nyman y Richard Alston, y con compañías de teatro y coreógrafos indios contemporáneos. Jeyasingh ha creado formas innovadoras y desafiantes para transmitir el clasicismo indio al gran público.

Danzas de Indonesia

Tradiciones dancísticas de los grupos étnicos que habitan en las distintas islas del archipiélago indonesio. Estas formas provienen de tres contextos: el hogar y el pueblo, el centro cortesano, y los núcleos de religiones globales y animistas. La representación es una ofrenda a los ojos de las personas vivas, los antepasados y los siempre presentes espíritus del mundo. La danza tradicional indonesia es espiritual; las numerosas danzas guerreras que contienen no se refieren al bien que derrota al mal, sino a las relaciones dinámicas entre las fuerza físicas y metafísicas imprescindibles para la supervivencia del cosmos.
Culturalmente, no existe distinción entre la danza y el teatro; las danzas cortas ejecutadas para entretener a los invitados o turistas emanan de los dramas dancísticos. El movimiento de la danza es muscular pero minucioso: cambios laterales del peso del cuerpo, fuertes pero mantenidos; los brazos extendidos y las rodillas dobladas enmarcados por la gentil delicadeza de los movimientos del cuello, muñecas y dedos. Desde los festivales de los templos balineses a los ritos funerarios en el Kalimantan Central, los bailarines ejecutan el mismo movimiento básico: el cuerpo baja sobre rodillas giradas hacia fuera mientras los brazos flotan a la altura de los hombros. Este cuerpo humano que baila es un simbolismo del microcosmos del universo; los miembros superiores e inferiores se asocian respectivamente a las fuerzas benevolentes y destructivas necesarias en la vida. El movimiento varía según el sexo: las piernas de los hombres se estiran hacia arriba y hacia fuera y las manos suben por encima de la cabeza. Los movimientos femeninos son más circunspectos, los pies se mantienen cerca del suelo y los brazos permanecen por debajo de los hombros, expresando la energía a través de los movimientos de las muñecas. Rara vez bailan juntos hombres y mujeres.

Las Danzas de Java y Bali

En Java, las danzas en los ritos comunitarios para purificar a los pueblos o para celebrar iniciaciones o ceremonias de boda, son ofrecidas, a menudo, al espíritu guardián para asegurar el bienestar: en el tayuban, profesionales femeninas cantan y bailan por turnos con los invitados masculinos; jathilan es una lucha de equipos de jinetes, tradicionalmente masculinos. Las danzas de trance suelen utilizar máscaras que se cree están penetradas de fuerzas poderosas. En Bali, los seguidores del Barong, el guardián leonino del pueblo que se mantiene en el templo, suelen llevar a cabo hazañas de invulnerabilidad durante el trance. La danza barong-rangda era un peligroso rito de exorcismo hasta que, en los años treinta, el pintor alemán Walter Spies la convirtió en un drama bailado para turistas. Como los coros del exorcista sanghyang, la danza de trance se convirtió en la danza Kecak que acompaña a la danza ramayana inspirada en los antiguos relatos épicos.
Las cortes y los templos
La danza cortesana es una forma refinada y elaborada del baile del pueblo. Los gestos detallados de manos invitan a una comparación con la danza india, pero a pesar de los lazos comerciales mantenidos con la India entre los años 600 y 1500, estas danzas representan logros estéticos locales y no importados. Es cierto que la cultura india influyó en las cortes javanesas: sus repertorios incluían dramas danzados (wayang wong), que representaban historias indias épicas, en versiones javanesas, como el Mahabharata y el Ramayana; pero también las historias javanesas, como damar wulan, se usan en la danza de ópera (langendriya).
Salvo los bailarines que representan monos y demonios, los danzantes cortesanos actúan sin máscaras, a excepción de las interpretaciones de las danzas dramáticas sobre las aventuras amorosas del príncipe Pañji en las cortes del oeste de Java, Ciberon y en la de Kasunanan en Java Central. Las cortes de Yogyakarta excluyen las máscaras porque su utilización pertenece a costumbres villanas que se consideran vulgares. Los bailarines de wayang wong imitan a los muñecos de cuero del teatro de sombras (wayang kulit). Los bailarines de golek menak procuran moverse como los muñecos de madera del teatro wayang golek. Desde el siglo XVI, las representaciones en la corte javanesa han estado influidas por el islam. Las historias de golek menak proceden de la épica islámica Hikayat Amir Hamzah. Las danzas bedhaya aluden a historias tanto indias como islámicas. Estas elaboradas coreografías, ejecutadas por un máximo de nueve mujeres, estuvieron, hasta 1945, reservadas para los sultanes. Son danzas abstractas y difíciles, de una naturaleza tan introspectiva, como extrovertida es la danza Bharatanatya. Con una duración de hasta dos horas, requieren una ejecución fluida y sostenida del movimiento a través de elaboradas formaciones asimétricas, sobre una música cuyos lentos ritmos siguen el latido del corazón humano.
Durante el siglo XV, las tradiciones hindo-budistas de la corte de Java se extendieron a Bali y se desarrollaron de forma paralela a la danza indígena. La aportación más antigua es el gambuh, que representa historias Pañji, sin máscaras. El Ramayana, en contraste, era interpretado con máscaras (wayang wong) hasta que las academias de danza desarrollaron el ballet ramayana en los años sesenta. Las danzas dramáticas enmascaradas (topeng) representan historias de las crónicas balinesas. En Bali, la división entre las danzas del pueblo y de la corte es menos marcada que en Java debido al contacto cercano de las cortes y de los pueblos y por la importancia de la danza como una ofrenda en el templo. Las danzas en Bali derivan de la danza dramática de entretenimiento o de las danzas rituales abstractas, pero siempre son ofrecidas a los dioses. La danza lelong, creada en el siglo XIX por el regente Sukawati para tres bailarinas, se baila hoy en los festivales del templo. El rejang y el mendet son danzas rituales, tan abstractas como la danza javanesa cortesana bedhaya, pero lleva la forma más simple de procesiones a los altares en los patios del templo. Las danzas baris demuestran el valor de los guerreros y también se ejecutan para el placer de los dioses y de la comunidad humana.

Cambios desde la Independencia

Influencias modernizantes surgidas al final del colonialismo holandés en 1945, han reprimido a menudo las formas locales de danza asociadas con el animismo. Se crean nuevas danzas para exaltar el sentido de la identidad nacional. Éstas van desde las marchas hasta creaciones inspiradas por Martha Graham, ejecutadas por graduados de las academias de danza que ahora compiten con muchas antiguas tradiciones locales. Durante 20 años, una tendencia revitalizadora ha intentado prevenir la desaparición de las tradiciones étnicas de Indonesia. Muchas tendencias arraigadas pierden su espíritu cuando son extraídas de su contexto local e incorporadas a la danza nacional indonesia, con éxito dispar. A la vez, influyentes coreógrafos contemporáneos como Bagong Kusudiarjo, Sardono W. Kusumo y Didik Nini Thowok están creando un nuevo tipo de danza indonesia. Siguiendo los patrones tradicionales, esta danza moderna ya no está ligada a la necesidad comunitaria del bienestar cósmico y, en su lugar, pretende contribuir al desarrollo artístico nacional.

El Modernismo en la Danza

Estilo desarrollado por un grupo de bailarines que a finales del siglo XIX y a principios del XX rompieron con las tradiciones previas y forjaron nuevas técnicas, teorías y estética en la danza. El término modernismo se utiliza en todas las artes y cubre una gran diversidad de teorías y prácticas. La importancia del individualismo, la abstracción y la entrega al arte del momento eran sus características comunes. Los pioneros de la danza moderna tienen, en algunos casos, poco en común además del rechazo de las tradiciones existentes y del deseo de reexaminar los principios fundamentales de la danza como medio de comunicación. Los orígenes del movimiento fueron internacionales y surgieron simultáneamente en todo el mundo occidental.
Estadounidenses como Loie Fuller e Isadora Duncan influyeron mucho en Europa mientras que europeos como Rudolf von Laban y Mary Wigman marcaron a los estadounidenses. Fuller explotó la capacidad de las nuevas tecnologías, al bailar en una nube de seda iluminada por los nuevos sistemas eléctricos de la iluminación teatral. El propósito de Duncan era utilizar los ideales del antiguo arte griego para inspirar formas más naturales de danza. Sin embargo, mientras Fuller transformaba su cuerpo en una flor o una mariposa, Duncan utilizaba el cuerpo humano como un instrumento de expresión emocional.
El trabajo de Rudolf von Laban como teórico y maestro fue mucho más importante que como bailarín o coreógrafo. En Europa, su análisis del movimiento humano y su sistema de notación de la danza (labanotación o kinetografía) proporcionó una base teórica para el estudio de la danza y su enseñanza. Su trabajo con grandes grupos de bailarines aficionados que formaban coros llegaba más allá de los límites de la representación teatral convencional, llevando la danza al público en grandes escenarios y a menudo al aire libre.
Una de sus asistentes en la docencia durante la I Guerra Mundial, en Suiza, fue Mary Wigman, que se convertiría en una de las más famosas bailarinas del movimiento modernista. Ella consolidó la autonomía de la danza como una forma de arte, trabajando con el silencio y con apoyos mínimos. Creó una poderosa forma de expresión emocional que frecuentemente exploraba el lado oscuro de la naturaleza humana sujeta por las fuerzas universales.
La estadounidense Martha Graham quiso también expresar la emoción a través del cuerpo en movimiento y desarrolló un coherente sistema de entrenamiento técnico para conseguir sus metas coreográficas. Algunos rasgos característicos de la técnica de Graham fueron la utilización de la contracción muscular y de la relajación para producir energía motora, y el juego con el peso del propio cuerpo.

Danza de la Hora

Es una danza folclórica israelí y rumana, ejecutada por bailarines que entrecruzan sus brazos mientras se mueven en un círculo siguiendo la dirección de las manecillas del reloj. La hora rumana se baila en las celebraciones. Sus pasos van de los más sencillos a los más complejos y la música, normalmente, va yuxtaponiendo unidades de ritmo de 2 y 3 tiempos. Los participantes pueden intervenir en la danza de acuerdo con las normas sociales imperantes en el lugar. Fue llevada a Israel por inmigrantes, donde se convirtió en algo puramente recreativo, sin ningún significado ceremonial. Los participantes suelen enlazar las manos mientras bailan.

El Postmodernismo en la Danza

Movimiento que surge como rechazo de las teorías y prácticas del modernismo. Originalmente es una clasificación cronológica asociada con la labor específica de un grupo vanguardista de coreógrafos, artistas visuales y músicos que presentaron sus trabajos en la iglesia Judson Memorial en el Greenwich Village de Nueva York entre 1962 y 1964.
El Judson Dance Theater surgió del trabajo realizado por el músico Robert Dunn para una clase de coreografía que impartió en el estudio de Merce Cunningham desde 1960 hasta 1962. Estos artistas revisaron la naturaleza de la danza, cuestionando todos los aspectos de la ejecución y representación del trabajo coreográfico. Desde su primera actuación en julio de 1962, el grupo reflejó las preocupaciones que estaban presentes en el mundo del arte. Fueron particularmente influyentes las teorías filosóficas del existencialismo, el budismo zen y la fenomenología. El interés por la presencia e independencia del momento en una actuación y la exploración de las propiedades intrínsecas del medio de la danza fueron los ingredientes esenciales en el debate. Se rechazaron los sistemas formales de codificar movimientos, así como la imagen corporal especializada que éstos requerían. Los trabajos del grupo se centraban en la danza como tema único, la pureza del movimiento, sin la abstracción y adulteración que crea la persona del ejecutante.
Ivonne Rainier fue un miembro destacado del Judson Dance Theater y autora en 1965 de uno de sus más famosos manifiestos, definido por la escritora Sally Banes como la "estética del rechazo". La intención de Rainier era desmitificar y objetivar la danza, descartando todo lo superfluo. Dio una expresión concreta de este minimalismo en su obra Trio A (1966). Otros miembros eminentes del Judson Dance Theater fueron Trisha Brown, Lucinda Childs, David Gordon, Deborah Hay y Steve Paxton.
El término posmodernismo (en danza) se aplica también, de una forma general, al trabajo de artistas en Europa y Estados Unidos influidos por las creaciones del grupo original.

















LA DANZA EN LA ESCUELA.

La danza en el DCB aparece en el area 2 (educación artística). Está contenida dentro del bloque 6 llamado movimiento rítmico y danza, el cual dice lo siguiente:

Todos los contenidos tratan la relación entre música y movimiento corporal, por lo que están especialmente relacionados con los bloques de Expresión vocal e instrumental, de lenguaje musical y con algunos contenidos de Educación Física.

El movimiento rítmico y la danza resultan de especial importancia durante los primeros ciclos de la etapa, cuando conviene diversificar las actividades para desrrollar las distintas capacidades motrices, fomentar las relaciones interpersonales, los estados afectivos y la capacidad de reaccionar físicament frente a la música.

El movimiento y la danza deben capacitar no sólo para adquirir unas destrezas rítmicas, sino también para alcanzar esa necesidad de expresión y comunicación que toda educación estética debe desarrollar.

Hechos, conceptos y principios.

·        El movimiento expresivo y la música: formas básicas.
·        La danza como forma organizada de movimiento.
·        Tipos de danzas.

Procedimientos.

·        Utilización de un repertorio de danzas y de ritmos fijados e inventados.
·        Improvisación de pasos y fórmulas rítmicas básicas.
·        Interpretación del movimiento adecuado al ritmo y al sentido musical de la danza.
·        Comprensión de la danza:
·        Reconocimiento de las distintas partes de una danza por su música.
·        Diferenciación espacial y temporal en la realización personal de la danza, respecto al resto de los compañeros, y conjunción con ellos en la realización coordinada.

Actitudes, valores y normas.

·        Disposición para probar los diferentes ritmos mostrando las propias habilidades en este campo.
·        Tendencia a mejorar los recursos propios con la ayuda de las técnicas que el maestro ofrezca.
·        Constancia en el ensayo de pasos de danza y de movimientos con el objetivo de mejorar su ejecución.
·        Valoración de la danza como vehículo de expresión y comunicación.
·        Interés por conocer y valorar las manifestaciones culturales pertinentes en este ámbito y también las de la comunidad a la que pertenece.
·        Valoración de las fiestas en que la danza y el baile sean una de las manifestaciones más usuales.
·        Disposición para coordinar las propias acciones con las de los del grupo con fines expresivos y estéticos.

El DCB nos dice en los artículos del 35 al 39 que:

El movimiento permite experimentar. Sin embargo, es objeto de tratamiento no en sí mismo, sino como recurso de interiorización de los elementos musicales más comunes:
·        La noción del tiempo.
·        La relación del espacio.
·        La altura sonora.
·        La intensidad y sus graduaciones.
·        Los procesos formales y las formas.

Sobre el "tempo", el niño descubrirá que necesita los movimientos adecuados en relación con la velocidad: rápido 0 pequeño y lento = grande. La trayectoria entre ambos extrmos puede ser gradual (desde caminar hasta correr, o viceversa) y su equvalencia musical (acelerando o ritardado) se puede trabajar a través de lso juegos que utilizan la imagen del tren o de los coches.

La dinámica se expresa en el movimiento a través de la tensión corporal. Forte y piano se corresponden con movimientos suaves o enérgicos. Estas calidades se hacen más perceptibles para los niños en todos los movimientos que impliquen actividades con los pies: saltar, trotar, taconear, caminar...

Las referencias espaciales contribuyen a clarificar la percepción de las alturas sonoras. Agudo-grave = arriba-abajo, es la asociación más generalizada. Pero también la correspondencia con derecha-izquierda, tal y como ocurre en los intrumentos de teclado, puede servir para la misma diferenciación en este caso, la relación música-movimiento debe verse con flexibilidad y, por lo tanto, con diferentes interpretaciones.

El timbre es el parámetro más subjetivo para realizar con el movimiento. La perceptción de tonalidades sonoras, tales como claro y oscuro, puede interpretarse a través de sensaciones divesas como: duro, blando, intranquilo, suave..., en una búsqueda de sigularidades paraplasmar el cromatismo sonoro.

A través de la danza, la música no sólo cumple la función de ser escuchad, sino que se enriquece con otros medios de expresión. En la educación musical se deben utilizr todos los medios par integrar la expresión vocal e instrumental, junto con la audición, en las actividades de danza y movimiento, tales como:
·        Canciones.
·        Danzas tradicionales.
·        Formas de danza para piezas instrumentales.
·        Representación escénica de canciones.
·        Improvisaciones de danza sobre una música seleccionada.
·        Improvisaciones con objetos e instrumentos no convencionales.

Para la secuenciación de contenidos cabe establecer los siguietes puntos de partida:
·        Sonidos, ritmos, canciones o piezas instrumentales sobre las que se quiera desarrollar una forma de moviniento.
·        Textos para realizar formas nusicales con improvisaciones de movimiento.
·        Pasos de danza y elementos coreográficos para crear danzas.

En la enseñanza de danzas tradicionales, conviene tener en cuenta que la danza requiere la intefración de todo el gurpo en una acción conjunta. Esto exige un cierto grado de organización y capacidad de adaptación a los demás. Las dificulatades técnicas de pasos y figuras y la adecuación del contenido expresivo a la edad de los niños determinarán la selección del material. La forma de enseñanza evitará explicaciones verbales, estimulando la capaciddad de observación para reproducir, simultáneamente, lo que hace el profesor. Conviene variar los procedimientos metodológicos para evitar la rutina y conseguir una buena motivación en el aprendizaje de cada danza.

En todo momento debe interpretarse la música que acompaña a la danza, bien en directo, o por medio de un buen aparato reproductor. La música para acompañar el movimiento es de una importancia  esencial, tanto como estímulo, como base para la creación de formas coreográficas. El empleo de gestos sonoro, canciones e instrumentos proporcionan los medios para hacer música en directo. Si se utiliza música grabada, deben establecerse criterios sobre la conveniencia de música propia o de la ya elaborada.

Objetivos de la danza

Los objetivos de la danza se sacarían de los objetivos generales de la educación artística:

1.      Comprender las posibilidades del sonido, la imagen, el gesto y el movimiento como elementos de representación utilizarlas para expresar ideas, sentimientos y vivencias de forma personal y autónoma en situaciones de comunicación y juego.
2.      Aplicar sus conocimientos artísticos a la observación de las características más significativas de las situaciones y objetos de la realidad cotidiana, intentando seleccionar aquellas que considere más útiles y adecuadas para el desarrollo de las actividades artísticas y expresivas.
3.      Utilizar el conocimiento de los elementos plásticos, musicales y dramáticos básicos en el análisis de producciones artísticas propias y ajenas en la elaboración de producciones propias.
4.      Expresarse y comunicarse produciendo mensajes diversos, utilizando para ello los códigos y formas básicas de los distintos lenguajes artísticos, así como sus técnicas específicas.
5.      Realizar producciones artísticas de forma cooperativa que supongan papeles diferenciados y complementarios en la elaboración de un producto final.
6.      Utilizar la voz y el propio cuerpo como instrumento de representación y comunicación plástica, musical y dramática, y contribuir con ello al equilibrio afectivo y la relación con los otros.
7.      Conocer los medios de comunicación en los que operan la imagen y el sonido, y los contextos en que se desarrollan, siendo capaz de apreciar críticamente los elementos de interés expresivo y estético.
8.      Tener confianza en las elaboraciones artísticas propias, disfrutar con su realización y apreciar su contribución al goce y al bienestar personal.
9.      Conocer y respetar las principales manifestaciones artísticas presentes en el entorno, así como los elementos más destacados del patrimonio cultural, desarrollando criterios propios de valoración.

Criterios de evaluación

·        Responder, en situaciones de improvisación, a fórmulas rítmicas y melódicas sencillas, utilizando alguno de los recursos expresivos musicales (el movimiento y la danza, la voz, los instrumentos).
·        Utilizar los recursos expresivos del cuerpo, los objetos, la luz y el sonido para representar personajes y situaciones dramáticas sencillas y para comunicar ideas, sentimientos y vivencias.
·        Imitar mediante pantomima, personajes  o acciones cotidianas, incorporando a la representación ruidos y onomatopeyas y adecuando el ritmo y la velocidad en los movimientos a las características del personaje o acción representados.
·        Realizar individualmento o en grupo producciones artísticas sencillas donde se integren los diferentes lenguajes artísticos y expresivos (corporal, plástico, icónico y musical).
·        Comentar de forma razonada alguna de las manifestaciones artísticas a las que el alumno y la alumna tienen acceso, relacionando los elementos presentes en la obra con la experiencia y gustos personales.





SESIÓN PRÁCTICA

·        NIVEL: 2º CICLO DE PRIMARIA, 3º Y 4º CURSOS.

·        TEMPORALIZACIÓN: 50 MINUTOS.

·        AREA: MÚSICA.

·        DESTINATARIO: NIÑOS DE NIVEL MEDIO-ALTO.


OBJETIVOS:

·        Diferenciar negra, corchea y silencio de negra mediante esquemas rítmicos.
·        Ser capaces de moverse a un ritmo determinado.
·        Reconocer el compás de 2/4.
·        Diferenciar fuerte-piano.

CONTENIDOS:

1.   CONCEPTOS:

·        Ritmo: Lectura y escritura de esquemas rítmicos. Compás binario.
·        Elementos del lenguaje musical: figuras (negra, corchea, silencio de negra).




2.   PROCEDIMIENTOS:

·        Lectura y escritura de esquemas rítmicos en compás binario con negras, corcheas y silencio de negra.
·        Interpretación del movimiento adecuado al ritmo y al sentido musical.
·        Improvisación de diferentes ritmos (libre, rítmico, compás).

3.   ACTITUDES:

·        Valoración de la lectura y escritura musicales.
·        Valoración del silencio para una mejor captación musical.
·        Apreciación del propio cuerpo como instrumento de expresión y comunicación.



ACTIVIDADES:

·     Calentamiento (3').

Ejercicios de estiramiento por medio de la imitación de cohetes y fuegos artificiales. Simular que nos acabamos de levantar de la cama.

·     Tiempo de reacción (7').

Ejercicios de imitación. El profesor da una serie de golpes sobre los muslos, palmas o pitos y luego los niños repetirán lo mismo. En este ejercicio el profesor irá introduciendo las figuras con las que vamos a trabajar (negra, corchea, silencio de negra).

Hacer el mismo ejercicio que el anterior pero ahora el profesor, después de dar los golpes, dirá "HIP" o "HOP"; si dice "HIP" los niños repetirán la serie de golpes realizada por el profesor y si dice "HOP" no la repetirán.

·     Ritmos (5').

Realizar una serie de ejercicios de pregunta-respuesta. El profesor pregunta con un ritmo libre y el niño deberá responder con otro. Este ejercicio repetirlo varias veces e ir introduciendo los ritmos dentro de un "tempo" o dentro de un compás, el 2/4 ya que es el que vamos a trabajar durante esta sesión.

·     Esquemas Rítmicos (12').

Escribir un esquema rítmico en la pizarra, en dicho esquema se introducirán las figuras con las que vamos a trabajar en esta sesión (negra, corchea y silencio de negra) y dentro del compás de 2/4.

Simular el movimiento del 2/4 por medio de un balanceo del cuerpo (pie izquierdo 1ªparte y pie derecho 2ª parte) según se va marcando el compás vamos haciendo el esquema rítmico con palmas. Utilizar el empleo de sílabas para afianzar mejor el ritmo puesto (negra-Ta; corchea- Ti; silencio de negra- sil).

·        Pregunta Respuesta, improvisación (11').

El profesor hace un ritmo libre y los niños responden con otro ritmo libre. Una vez que captan la idea los niños se irán preguntando y respondiendo los unos a los otros. Posteriormente se hará el mismo ejercicio pero ahora con un ritmo marcado dentro de un "tempo" y en el que figuren las figuras trabajadas en la sesión.

·        Movimiento al ritmo marcado (12').
Se marcan diferentes ritmos con el pandero y los niños se irán moviendo según lo que vayan oyendo (negra-marcha, corcheas-carrera, corchea con puntillo y semicorchea-galope). Cuando los niños ya han asimilado los diferentes movimientos o ritmos. Se hacen tres equipos:
·        A cada equipo se le asigna un determinado movimiento, el profesor empieza a marcar con el pandero los diferentes ritmos y solo se podrá mover el equipo al que corresponda el ritmo marcado. Así se puede mantener la atención del alumno ya que tiene que estar muy pendiente de si suena su ritmo o no.

·        Otra variación de esta actividad seria la siguiente: cada equipo comienza a moverse cuando oiga su ritmo correspondiente y no dejará de moverse (marcando su ritmo) aunque oiga otro ritmo diferente. Con este ejercicio pretendo que los niños se acostumbren a marcar un ritmo aunque estén escuchando uno diferente.


CRITERIOS DE EVALUACIÓN:

·        Observar a los niños durante la ejecución de las actividades.
·        Prestar ayuda a los niños que les cuesta más trabajo la ejecución de alguna de las actividades propuestas.
·        Hacer algún dictado rítmico en el cuaderno y en el encerado.
·        Responder correctamente en las improvisaciones rítmicas.
·        Observar que se mueven correctamente al ritmo marcado.



VALORACIÓN PERSONAL

Cuando me dijeron que entre las asignaturas que teníamos que estudiar estaba la de Danza nunca pensé que pudiese llegar a ser tan importante para los niños. Con la Danza aprenden a manejar su cuerpo, a expresarse con él, a representar cosas, situaciones o estados de ánimo, todo ello relacionado con la música, de manera que también aprender a menejar su cuerpo en función de lineas melódicas, rítmicas, ...
Otra función principal es la de habituarse a la actuación en público, a perder esa vergüenza típica en los niños, incluso sirve la danza para relajarse de la ajetreada vida diaria, que hoy día en los niños (y en los no tan niños) está causando muchos estragos.
Lo que debemos darnos cuenta los que vamos a ser maestros es que materias en apariencia inútiles para muchos son importantísimas para el desarrollo de los niños, a así la Danza, la Música, ...la educación artística en general se consideran asignaturas de relleno, dando importancia únicamente a Lengua, Matemáticas e Inglés, sin saber que la sensibilidad del niño, lo que va a configurar su personalidad, son principalmente estas materias artísticas.
Pero a parte de los conocimientos adquiridos con las clases totalmente prácticas, cosa que estoy totalmente de acuerdo, he aprendido como los niños a soltarme más en público y a utilizar y valorar más mi cuerpo, ya que sirve para expresar muchas cosas, sobre todo para jugar y divertir a los niños enseñándoles muchas cosas de interés para ellos.
























BIBLIOGRAFÍA

Ø     MARKESSINI, A. Historia de la Danza desde sus orígenes.
Ø     VARIOS. La Danza en la Escuela. Diputación Provincial de Sevilla, 1994
Ø     SACHS, Kurt. Historia Universal de la Danza. Centurión. Buenos Aires, 1944
Ø     LLONGUERES, J. Educación rítmica en la Escuela. Llongueres. Barcelona, 1974
Ø     Encarta 98. Microsoft. E.E.U.U. 1998.